- 03/09/2013
- Categorías: Cosas de Caza, Opiniones
Al hablar de los diferentes tipos de turismo se suele distinguir entre turismo de sol y playa, turismo cultural, turismo de golf, turismo rural, etc, pero se suele olvidar el turismo que tiene como finalidad la practica de la caza y que comprende tanto a los cazadores que se desplazan dentro de de las fronteras de nuestro país como a los que vienen o van al extranjero para cazar.
A pesar de que el turismo cinegético en cifras absolutas no es comparable con otras modalidades, en términos relativos es un turismo particularmente interesante porque los ingresos y el empleo que se genera repercuten de forma directa en la economía de las zonas rurales más necesitadas.
Castilla La Mancha, Extremadura y Andalucía son las tres comunidades que reciben mayor número de cazadores, procedentes de otras regiones o del extranjero.
En el año 2010 en Castilla La Mancha se emitieron 170.606 licencias, de las cuales 86.959 fueron para cazadores de otras autonomías y 5.263 para cazadores extranjeros. A su vez, Extremadura, con un total de 93.000 licencias, emitió 11.850 para cazadores de otras regiones y 2.431 para cazadores extranjeros. Esa misma temporada, en Andalucía se emitieron 207.072 licencias, de las cuales 13.563 correspondieron a cazadores de otras autonomías y únicamente 223 a cazadores extranjeros (Fuente ; El Coto de Caza).
Los cazadores procedentes de otras autonomías practican en la nuestra todo tipo de caza, mientras que la mayoría de cazadores extranjeros que acuden a nuestra región lo hacen atraídos por la caza de la cabra montés y de la perdiz roja, y en menor medida, por el rececho de otras especies como venado, gamo, muflón y arruí.
Hay que tener en cuenta que en nuestra comunidad se encuentran dos de los cuatro tipos de cabra montés que constituyen el Grand Slam del Safari Club Internacional (Ronda y Sudeste) y son muchos los cazadores, principalmente norteamericanos, los que vienen a nuestras sierras para conseguir sus trofeos.
El turismo cinegético podría constituir un importante factor de desarrollo rural en Andalucía. Otras comunidades de nuestro entorno, como Murcia y Castilla La Mancha, así lo han comprendido y promocionan esta actividad con resultados muy positivos. En Andalucía, por el contrario, la promoción pública de la caza es muy escasa, a pesar de que el III Congreso Andaluz de Caza, celebrado en octubre de 2007, concluyó que era necesario que la oferta de paquetes turísticos integrados en el medio rural debería incorporar una oferta cinegética, pues el turismo cinegético, dentro de la oferta de turismo rural, puede llegar a ser una de las principales actividades de desarrollo socioeconómico del ámbito rural andaluz.
La inexistencia de una licencia de caza única, válida para todo el territorio nacional, es el principal obstáculo para la movilidad de los cazadores españoles. De cara al exterior, la falta de promoción del turismo cinegético por parte de las consejerías implicadas, en particular la de Turismo, mantiene a la caza en un estado de invisibilidad que no contribuye en nada al aprovechamiento de un recurso que podría paliar la aguda crisis que padecen muchas comarcas del interior de nuestra comunidad y que al mismo tiempo podría ser un balón de oxígeno para las depauperadas arcas de muchos cotos privados, sociedades de cazadores e incluso para las languidecientes Reservas Andaluzas de Caza.
Por este motivo, considero muy interesantes la iniciativa de Intercaza, la feria cinegética de Córdoba, al organizar en su próxima edición una acción turístico-cinegética en la cual, con el apoyo de la FAC, intervendrán operadores turísticos extranjeros y nacionales, así como cotos y sociedades de cazadores que gestionan caza mayor en Córdoba, y cuyo objetivo es, precisamente, la promoción del turismo cinegético en Andalucía.
