La opinión de los cazadores andaluces, en una de las revistas científicas más prestigiosas del mundo

Allá por la primavera de 2012, y tras contactar con nosotros miembros de un grupo de investigación del Instituto de Recursos cinegéticos de Castilla La Mancha (IREC), a una buena parte de los directivos de las sociedades federadas (al menos de Granada) se les pidió colaboración rellenando unos cuestionarios destinados a conocer su opinión sobre la gestión que actualmente se está llevando a cabo con la perdiz roja y sus preferencias en la caza de la misma. En los mismos se preguntaba sobre las que podrían ser, según los entrevistados, las mejores opciones para la caza de la perdiz, incluyendo cuestiones como cuánto se estaría dispuesto a pagar en función de la pureza de las perdices ofrecidas por los cotos, la importancia de la existencia de vegetación natural bien conservada o especies amenazadas y la experiencia del propio entrevistado al respecto.

Los resultados del estudio finalmente han sido publicados en una revista inglesa (Biological Conservation), de la que son varios los artículos que hemos comentado en otras ocasiones en esta sección. Para situar un poco de qué tipo de publicación estamos hablando, diremos que esta revista fue la que en 2013 publicó un mayor número de artículos de conservación del mundo, lo que da una idea de su importancia y prestigio al respecto.

Tras 632 cuestionarios recogidos para la elaboración del artículo y un análisis estadístico pormenorizado de las respuestas que acreditó la validez científica de los resultados, se establecieron diversas conclusiones sobre las preferencias de los cazadores entrevistados. Curiosamente, a lo largo del artículo los autores plantean un paralelismo entre los intereses de conservacionistas y cazadores que ha de hacer que se coopere en la gestión del medio, y abogan por la necesidad de involucrar al colectivo de cazadores en la reversión la situación actual de declive de la perdiz roja en España.

En el artículo se plantea igualmente la posibilidad de establecer una especie de certificado de calidad de los cotos (al igual que se ha hecho con las granjas de perdices) que nos permitiría conocer en qué tipo de terrenos podríamos desarrollar la cacería y a los gestores de los mismos afinar en su gestión. No obstante, los propios autores manifiestan las dificultades que ello supondría, especialmente en el conflicto que podría surgir entre los encargados de tal valoración y el colectivo de cazadores.

Entrando en los resultados fundamentales del artículo, los autores demostraron como el atributo más valorado por los cazadores aficionados a la perdiz, fue la calidad de la misma y de la vegetación donde se desarrollan los lances, seguidos por la presencia de especies de caza adicionales (conejo y liebre) y, por último, los costes de pertenencia al coto. Sorprendentemente para algunos, la cantidad de piezas cobradas fue la variable que tuvo una menor consideración dentro de la escala de valoración de los entrevistados. Los autores concluyeron que los cazadores, más allá de la cantidad de animales cazados, valoraron las características ecológicas de la finca, que podrían ser indicativas del buen estado de conservación de la vegetación del medio y, por tanto, de una mayor probabilidad de presencia de perdices silvestres. Parece pues, que esas fotografías de docenas de ejemplares cazados y perfectamente alineados en el suelo, o de perchas atiborradas de piezas cobradas, no solo puede que no sean las más apropiadas para la imagen del colectivo de cazadores, sino que además no reflejan su aptitud general ante la caza. 

En esto de las opiniones sobre los arquetipos pueden confluir muchas realidades distintas, porque nos encontraremos con lo que inicialmente pensamos, con lo que finalmente decimos y, paralelamente, con lo que escuchamos, … y luego estará la realidad. No obstante, si alguna presunción de esta índole se deja caer como arma arrojadiza, quizás se deba de recurrir a publicaciones como ésta para que sirvan de parapeto. Creo que es a un físico británico (Willian Thomson) a quien se le atribuye la frase… Si puedes medir aquello de lo que hablas, y si puedes expresarlo mediante un número, entonces puedes pensar que sabes algo. Pues eso, caza con ciencia.

Bibliografía citada

Delibes-Mateos y col. (2014). Does hunters’ willingness to pay match the best hunting options for biodiversity conservation? A choice experiment application for small-game hunting in Spain. Biological Conservation, 177: 36-42.



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