Pasados ya veinticinco años de existencia de la Federación Andaluza de Caza y otros tantos de gobierno autonómico? ¡La mano izquierda!, esa expresión utilizada para definir un comportamiento o actitud ante la defensa de nuestros derechos, ha servido de poco. La caza social?. la caza federada, ha sufrido los vaivenes de una política indecisa, restrictiva y equivocada en materia cinegética. Inmersos en un progresismo seudo-ecologista -¡verde! lo llaman- la administración autonómica ha creído que la caza era algo pernicioso, incontrolado; incluso, cosa de ricos. La ha regulado hasta la saciedad, hasta la intimidación, llegando a dañar derechos tan fundamentales como “la presunción de inocencia”, incluso quiere hacer desaparecer modalidades y tradiciones como el silvestrismo. Leyes, decretos, órdenes, planes, circulares, interpretaciones?. Toda una serie de normas para establecer limitaciones y trabas. Burocracia inútil de autorizaciones especiales o excepcionales.
Durante este tiempo nos han educado, reciclado, reconvertido… como si de “salvajes irracionales” se tratase. Cursos del cazador o guarda -con sus respectivas tasas-, cursos para los que dan los cursos, jornadas para directivos, gestión de cotos, responsabilidad civil, seminarios, conferencias, foros, ferias y un sinfín de actos para inculcarnos el concepto de “sostenibilidad”, “racionabilidad” y amor por la naturaleza. ¡Qué ejemplo de hipocresía! Como si la caza en si, no fuese garantía de ello, como si la caza no representara la máxima expresión de respeto y amor por la naturaleza.
Años de mano izquierda, de convivencia entre la administración andaluza y la FAC: una entidad que representa a muchos cazadores andaluces, cazadores de sociedades locales que componen el modelo de caza social que defiende. Años de pactos, colaboraciones, estudios, intercambios; años sin algarabías, sin tocarnos las narices…. ¡¡de buen rollo!! En estos años lo hemos admitido todo, hemos reculado, nos hemos dejado presionar, intimidar y chantajear. Con nuestra aptitud hemos dado a entender que llevaban razón…, que éramos “salvajes irracionales”. Y admitida la “doma”… nos siguen tratando como al principio.
Es aburrido -por no decir algo más fuerte- leer la palabrería de políticos y administradores refiriéndose a la caza o escucharles cuando son invitados, para que nos honren con su presencia, a nuestras celebraciones, allí, manifiestan su apoyo incondicional y la necesidad de la caza como herramienta de gestión y motor económico. ¡Pero no nos engañemos!….solo es más hipocresía. Nos ponen la “zanahoria” sin dejar que la mordamos, nos dan largas con reuniones permanentes llenas de buenas intenciones y propuestas de modificación y cambio.
Este sábado es un día importante para la caza SOCIAL, es la hora en que la mano de los cazadores, esa mano ¡izquierda!, independientemente de en que lado del cuerpo esta ubicada, sea: ¡MÁS DURA! ¡MÁS EXIGENTE! ¡MÁS REIVINDICATIVA!
